El Consejo de Ministros aprueba el PNIEC para enviarlo a la Comisión Europea
Se prioriza la electrificación y los biocarburantes avanzados para alcancar el objetivo del 28% de energía renovable en el transporte en 2030
Esta semana el Gobierno de España ha presentado oficialmente la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030, que establece metas aún más ambiciosas en cuanto a la penetración de energías renovables y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Con este nuevo PNIEC, se busca consolidar el camino hacia la neutralidad climática para 2050, en línea con las directrices de la Unión Europea y los compromisos del paquete Fit for 55 y del plan REPowerEU.
Las cifras definitivas, muy similares a las del borrador previo, reflejan el aumento de los objetivos en todas las áreas clave, especialmente en la generación de energía fotovoltaica, el hidrógeno renovable y el almacenamiento energético. En la actualización que será enviada a Bruselas, la cuota renovable se eleva hasta el 81% para 2030 y la potencia total instalada en el sector eléctrico será de 214 GW, de los cuales 160 GW pertenecerá a generación renovable y 22,5 GW a almacenamiento.
Más renovables, menos emisiones
Entre las metas más destacadas del nuevo plan se encuentra la reducción del 32% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a los niveles de 1990, una mejora significativa en comparación con el 23% fijado en el PNIEC 2021. Además, el objetivo de renovables en el consumo final de energía pasa a ser del 48% para 2030, lo que representa un incremento del 6% respecto a la meta anterior.
La generación de electricidad con energías renovables será un pilar central, con la previsión de que estas tecnologías representen el 81% del mix eléctrico en 2030, frente al 74% estipulado en el plan anterior. Este crecimiento se reflejará principalmente en la energía solar fotovoltaica y la eólica, aunque también se prevén avances en otras fuentes renovables como el biogás —que duplica objetivos, pasando de 10,41 TWh a 20 TWh para 2030 — y el hidrógeno verde. Asimismo, se proyecta una notable reducción de la dependencia energética, que pasará del 61% actual al 50%.
Fotovoltaica y eólica
Uno de los elementos más importantes del PNIEC es el papel central que la energía solar fotovoltaica desempeñará en la transición energética. El Gobierno ha fijado una meta de capacidad instalada para la energía solar fotovoltaica de 76 GW para el año 2030, lo que duplica con creces los 39 GW establecidos en el PNIEC 2021. Parte de este crecimiento se logrará a través del autoconsumo, que experimentará un impulso decisivo, alcanzando los 19 GW.
Además, el informe de impacto ambiental asociado al plan destaca que esta tecnología será la que más contribuya a la reducción de emisiones en el sector eléctrico. En concreto, se espera que la fotovoltaica evite la emisión de 17,6 millones de toneladas de CO2 equivalente para 2030, lo que representa el 53% de la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en la generación eléctrica y el 15% del total de emisiones evitadas.
Por otro lado, en lo que respecta a la energía eólica, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé un notable aumento en la capacidad de generación de energía eólica, pasando de 50 GW a 62 GW, lo que incluye hasta 3 GW de energía eólica marina.
Hidrógeno renovable: triplicando las expectativas
Otro de los grandes protagonistas del PNIEC 2030 es el hidrógeno renovable, cuya producción será fundamental para la descarbonización de sectores industriales difíciles de electrificar y para el transporte pesado. El plan prevé la instalación de 12 GW de electrolizadores para la producción de hidrógeno verde, triplicando así el objetivo de 4 GW establecido en el anterior PNIEC.
Según el Gobierno, el hidrógeno verde representa una oportunidad estratégica para España de convertirse en un centro neurálgico de exportación de esta tecnología dentro de Europa. Asimismo, la apuesta por el hidrógeno también se materializa en la creación del Corredor Ibérico del Hidrógeno (H2MED), un proyecto de infraestructura que permitirá la exportación de hidrógeno verde desde España hacia el resto del continente.
Almacenamiento: clave para la estabilidad del sistema
Para garantizar la estabilidad y flexibilidad del sistema eléctrico en un escenario donde las energías renovables intermitentes como la solar y la eólica tendrán un peso predominante, el PNIEC también contempla un fuerte desarrollo del almacenamiento energético. Se espera alcanzar una capacidad de 22,5 GW de almacenamiento para 2030, lo que supone un incremento respecto a los 20 GW que se planteaban en el plan anterior.
En cuanto a la energía hidráulica, el plan no prevé cambios significativos respecto al escenario objetivo anterior. La capacidad instalada de energía hidráulica se mantendrá en aproximadamente 14,5 GW para el año 2030, lo que refleja una ligera disminución en comparación con los 16 GW previstos en el plan anterior.
El almacenamiento, tanto en forma de baterías como de almacenamiento hidráulico, será esencial para gestionar los picos de demanda y asegurar el suministro en momentos de baja generación renovable.
Industria, transporte y electrificación
El PNIEC también impulsa importantes transformaciones en otros sectores más allá del eléctrico. En el ámbito industrial, el plan promueve la electrificación, el autoconsumo y el uso de hidrógeno verde como parte de una estrategia para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones. En el sector del transporte, se priorizará la electrificación y el uso de biocarburantes avanzados, con el objetivo de que el 28% de la energía utilizada en este sector provenga de fuentes renovables en 2030.
Además, el parque de vehículos eléctricos en España crecerá hasta los 5,5 millones de unidades en 2030, un ligero aumento respecto a los 5 millones fijados en el PNIEC de 2021. En el sector residencial, se reforzará la rehabilitación energética, con la meta de rehabilitar 1,37 millones de viviendas en 2030, y se fomentará el uso de energías renovables para calefacción y refrigeración.
Carbón, ciclos combinados y nuclear
El nuevo PNIEC plantea un abandono progresivo del carbón en España, con más del 64,2% de las centrales de carbón habiendo cesado sus operaciones entre 2019 y 2023. Debido a esto, hoy por hoy su contribución al mix energético nacional se ha visto altamente reducida, quedando en un residual 1,4% de la generación eléctrica total.
El PNIEC también incluye a los ciclos combinados de gas como una de las tecnologías no renovables que seguirá desempeñando un papel relevante en el sistema eléctrico. Para 2030, se prevé mantener una potencia instalada de 26,6 GW en ciclos combinados, sin que la actualización del plan introduzca variaciones respecto a las previsiones anteriores.
En lo que respecta a la polémica energía nuclear, esta no sufre ningún tipo de variación respecto al anterior PNIEC, manteniéndose así el calendario de cierre de las centrales nucleares españolas, con fecha de culminación en 2035. Sin embargo, la Dirección General de Transición Energética y Economía Circular de las comunidades autónomas y otros organismos han propuesto estudiar la posibilidad de mantener en funcionamiento estas instalaciones más allá de la fecha programada de cierre, mientras que algunas organizaciones, como Ecologistas en Acción, sugieren que la actividad nuclear debería finalizar en 2025.