El Biorrefino de la remolacha azucarera, una solución para el campo y el empleo en Europa que tendrá un proyecto pionero en Zamora

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El Biorrefino de la remolacha azucarera, una solución para el campo y el empleo en Europa que tendrá un proyecto pionero en Zamora

El Biorrefino de la remolacha azucarera, una solución para el campo y el empleo en Europa que tendrá un proyecto pionero en Zamora

La UE es actualmente el mayor productor mundial de remolacha azucarera; con 17 millones de toneladas en 2016-17, representa alrededor de la mitad de toda la producción mundial. Actualmente, el sector apoya a 140.000 productores de remolacha azucarera y alrededor de 27.000 puestos de trabajo directos en el procesamiento de la remolacha. Hasta hace poco, la producción de remolacha azucarera en Europa estaba respaldada en parte por un sistema de cuotas de la UE; esto terminó en 2017. Entre otros factores, esto ha visto una caída del 30% en los precios del azúcar, lo que hace que el azúcar derivado de la remolacha sea cada vez menos competitivo en comparación con las fuentes derivadas de la caña de azúcar. Como resultado de estas condiciones del mercado, los productores y fabricantes de remolacha azucarera de la UE han tratado de minimizar los costos fijos aumentando fuertemente la producción. Sin embargo, esto ha tenido lugar en un contexto de sobreproducción mundial de azúcar, lo que se suma a las presiones de precios mundiales. Dada la importancia del sector para la UE, es importante maximizar todas las fuentes potenciales de ingresos de la producción de remolacha. Se necesitan productos procesados alternativos al azúcar, como el bioetanol, y extraer más valor, siempre que sea posible, de los subproductos como la melaza, la vinaza y la pulpa.

En Europa el proyecto AFTERBIOCHEM (https://www.bbi-europe.eu/projects/afterbiochem Anaerobic FermenTation & EsteRification of BIOmass for producing fine CHEmical) tiene como objetivo desarrollar la primera plataforma química para transformar las corrientes secundarias de la industria azucarera, principalmente pulpa de remolacha y melaza, así como materias primas de biomasa no alimentaria, en moléculas de origen biológico y derivados de interés industrial (laca cosmética, esmalte de uñas, piensos y alimentos, fertilizantes, tejidos, papel….). Esto creará valor añadido y una mayor sostenibilidad económica y ambiental para la industria de la remolacha azucarera. Aunque el proyecto AFTERBIOCHEM se centrará inicialmente en las plantas de procesamiento de remolacha azucarera, será lo suficientemente flexible como para poder adaptarse a otras materias primas alternativas como el maíz.

En España el pasado mes de Mayo el proyecto de la Biorrefinería Multifuncional de Barcial del Barco (Zamora) consiguió captar los casi 180 millones de euros necesarios para la construcción y puesta en marcha de la primera fase industrial. La Biorrefinería Multifuncional de Barcial del Barco va a producir 160.000,00 metros cúbicos de bioetanol y 120.000 toneladas de piensos con un sistema multifuncional que permite producir bioetanol de alta eficiencia, menos contaminante que los combustibles fósiles, a la par de piensos para el canal ganadero. Todo ello usando como materias primas: remolacha, biomasa y maíz en un radio de 50 km desde la localización de la planta.

Mas de 130 Ayuntamientos de Zamora, León y Salamanca han firmado un manifiesto a favor del proyecto y todas las organizaciones agrarias: UPA, COAG, Asaja, UCCL se han manifestado a favor de este desarrollo verde. El proyecto es igualmente apoyado por los sindicatos de clase: CCOO y UGT. También las Universidades de Salamanca y León así como los Colegios profesionales de Ingenieros Industriales de Zamora y León han avalado este desarrollo.

La planta supone un nuevo modelo industrial, verde, que transformará la región castellana y leonesa, creando unos 2.000 puestos de empleo indirecto y cien directos (en una primera fase). Contribuirá al desarrollo industrial de la zona, a la descarbonización y volverá a dar al campo beneficios en el cultivo de la remolacha.

Grandes intereses todavía torpedean este tipo de proyectos para la obtención de bioenergía o bioproductos a partir de cultivos o residuos. No obstante la realidad es tozuda y nuestro campo, nuestra biosfera, es un recurso renovable al que no podremos dar la espalda por mucho tiempo en la búsqueda de la sostenibilidad.