Fraude en el biodiésel: la UE prepara un sistema antifraude mientras el bioetanol demuestra su fiabilidad
La nueva base de datos europea (UDB) rastreará cada litro de combustible renovable desde su origen hasta el consumo final. Frente a los fraudes en importaciones de aceites usados y biodiésel, el bioetanol europeo se consolida como un ejemplo de transparencia.
La Unión Europea ha dado un paso decisivo en la lucha contra el fraude en el mercado del biodiésel. Esta primavera se completó con éxito la segunda prueba del Union Database for Biofuels (UDB), una plataforma digital que permitirá seguir cada litro de biocarburante desde su origen hasta el consumidor final. El sistema, impulsado por la Comisión Europea y probado por la Asociación Europea de Biocarburantes Avanzados (EWABA), se mostró plenamente funcional, capaz de registrar todas las transacciones sin fallos técnicos.
Pese a este avance, la aplicación obligatoria del UDB sigue sin fecha. EWABA ha reclamado a Bruselas y a los Estados miembro que establezcan cuanto antes un calendario claro, ya que prolongar su puesta en marcha mantiene abierto el camino a prácticas fraudulentas que minan la credibilidad del sector.
Fraudes recientes que alertan al mercado
Los ejemplos abundan y han sido noticia en los últimos meses:
Aceite de cocina usado (UCO) fraudulento: investigaciones europeas han detectado cargamentos que, en lugar de residuos, contenían aceite de palma virgen disfrazado de UCO, mucho más barato pero ambientalmente insostenible.
Residuos de palma (POME): la cantidad reportada como biocombustible en Europa supera la producción real disponible, lo que revela un importante nivel de fraude en certificaciones.
Biodiésel procedente de China: la Comisión Europea ha impuesto aranceles antidumping de hasta el 36 %, pero los precios sospechosamente bajos y las irregularidades en la trazabilidad mantienen las alarmas encendidas.
Operaciones policiales: Europol y la Oficina Antifraude de la UE han desarticulado redes que movían decenas de millones de euros en biodiésel falsamente certificado como sostenible.
Estos fraudes no solo dañan la confianza del consumidor, sino que también perjudican a los productores europeos que cumplen estrictamente la normativa y operan con altos estándares de sostenibilidad.
El bioetanol: un ejemplo de trazabilidad y sostenibilidad
En contraste, el bioetanol se presenta como un ejemplo de transparencia. La gran mayoría del bioetanol consumido en Europa se produce en el propio continente o se importa desde países con sistemas de trazabilidad sólidos y fiables. Esto garantiza que cada litro pueda acreditar con rigor su origen renovable y su cumplimiento de los requisitos de sostenibilidad marcados por la legislación europea.
En un mercado tensionado por los fraudes en el biodiésel, el bioetanol demuestra que es posible un modelo de producción renovable con seguridad jurídica, control en toda la cadena de valor y una contribución real a la descarbonización del transporte.
En conclusión
El éxito técnico del UDB demuestra que Europa ya dispone de la herramienta necesaria para atajar el fraude. Lo que falta ahora es un paso político claro: fijar una fecha de aplicación obligatoria que proteja a los productores legítimos y devuelva confianza al mercado.
Mientras tanto, el bioetanol europeo se consolida como la prueba de que la sostenibilidad y la transparencia son posibles cuando existe un compromiso firme con la trazabilidad.

