La guerra en Ucrania pone en riesgo nuestra seguridad alimentaria.
LAS TROPAS RUSAS SE APROPIAN Y DESTRUYEN ACTIVOS AGRÍCOLAS EN UCRANIA
Durante la pandemia vimos la importancia que tuvo la industria del bioetanol para proporcionar alcoholes sanitarios, ya entonces desde Bio-E empezamos a alertar sobre la dependencia de Europa, no solo la industrial (que quedo patente en ese momento cuando no fuimos capaces de suministrar ni mascarillas) sino la dependencia alimentaria. En ese momento decíamos que, si en lugar de una crisis sanitaria tenemos una crisis alimentaria, y las fronteras se cierran, Europa pasará hambre.
Hago esta introducción pues lo que estamos viviendo nos demuestra la importancia de tener una capacidad productiva en todos los aspectos (industrial, agrario, ganadero, energético…) que no nos haga excesivamente dependientes. El disponer de una industria de biorefino propia permitió suministro adicional al mercado de alcoholes sanitarios y en España no tuvimos desabastecimiento. Si nuestra industria de bioetanol basada en cultivos fuera más potente, menos tierras cambiarían de uso o se abandonarían, puesto que habría una mayor demanda y una rentabilidad adicional para el agricultora a través de su valorización en forma de bioetanol y proteínas. En definitiva en caso de una crisis alimentaria, esa producción adicional favorecida por la industria del biorefino nos daría la flexibilidad necesaria para mitigar nuestra dependencia alimentaria.
Las tropas rusas en Ucrania están incautando y destruyendo maquinaria agrícola, fertilizantes, semillas y existencias de combustible, según varios agricultores en Ucrania, poniendo en peligro las nuevas cosechas de uno de los proveedores más importantes del mundo de trigo, maíz y aceite de girasol. Las acciones de las tropas rusas también están poniendo en riesgo la campaña de siembra de primavera y los rendimientos de los cultivos de invierno (trigo, cebada, colza, etc.) que se plantaron a fines del verano y otoño de 2021.
Como resultado, la producción agrícola de Ucrania en el el año comercial 2022/23 (julio-agosto) disminuirá. Valga como ejemplo Harveat, una de las explotaciones agrícolas más grandes de Ucrania, ha perdido el control de 98.000 hectáreas en la región de Donetsk, en la parte oriental del país. La empresa también tiene acceso limitado a las 22.000 ha restantes que se encuentran en Kiev, el 70% de las cuales se encuentra dentro de la zona de combate. Según Tatiana Alaverdova, Jefa de Ventas de Harveat, la empresa había perdido contacto con su personal en la región de Donetsk . Esto significa que parte de los bienes, en particular la maquinaria, pueden ser destruidos o incautados por las fuerzas rusas, Harveast no podrá realizar los trabajos necesarios en su campaña de siembra de cultivos de primavera hasta que obtenga el control total de sus activos.
Esperemos que de tan negativa situación podamos sacar lecciones positivas y que la UE salga reforzada para afrontar sus retos futuros (energéticos Y ALIMENTARIOS) con mayor decisión.