El valor de la bioeconomía
Artículo publicado en la versión impresa de la revista Energías Renovables
Barreras para el desarrollo del potencial de la bioeconomía
La Comisión Europea señala que la bioeconomía comprende aquellas partes de la economía que utilizan recursos biológicos renovables de la tierra y del mar, como: cultivos, bosques, peces, animales y microorganismos para producir alimentos, materiales y energía
La bioeconomía se fundamenta en el uso de la investigación, la innovación y el desarrollo para generar un desarrollo económico justo y una transición sostenible a modelos más amigables con nuestro entorno. Esto implica adoptar prácticas agrícolas y forestales sostenibles, promover la investigación, la innovación, la inversión en biotecnología, desarrollar métodos de producción eficientes reduciendo el desperdicio.
El ámbito de actuación de la bioeconomía abarca campos distantes, como la construcción, el sanitario, el alimentario o el energético. Parte de la dificultad para entender adecuadamente las posibilidades y necesidades de la bioeconomía derivan precisamente de que todas esas actuaciones no se pueden desarrollar y valorar por separado, los proyectos actúan sobre campos dispares y requieren de una actuación coordinada de sectores industriales que hasta la fecha habían tenido poco contacto.
La transición a sociedades con modelos que empoderen a la bioeconomía, con un sector primario en el centro del debate, implica un proceso con profundas repercusiones de carácter social y ambiental, su desarrollo requiere un cambio de pensamiento y aceptación, un apoyo político al nuevo paradigma para finalmente lograr un compromiso inversor a largo plazo en áreas que habían dejado de tener atractivo.
Para acabar de esbozar el complejo problema el esquema de actuación diferirá según el contexto regional.
Antecedentes del biorrefino en España
Una importante parte de la bioeconomía es el biorrefino. El nacimiento del biorrefino en el pasado siglo tuvo lugar mediante plantas cuyo principal objetivo era producir biocombustibles. La mayor facilidad para disponer de suelo agrario y mano de obra barata fuera de Europa y la necesidad de incorporar cada vez mayores cantidades de combustible diésel en Europa incentivaron la implantación de cultivos de palma y otras oleaginosas en esos países agravando el problema de deforestación y cambio de uso de la tierra. Mientras que en Europa el campo no encontraba salida para sus productos y pocas fueron las petroleras que se decidieron a invertir en verdaderas plantas de biorrefino en nuestro continente.
En España las cooperativas agrarias y grupos industriales como Abengoa invirtieron en el pasado en esas plantas de producción de biocombustibles con materias primas autóctonas, pero sin el apoyo de las grandes petroleras su producto no encontraba fácilmente el hueco en el mercado frente a los aceites importados, muchas cerraron y otras, las de bioetanol, tuvieron suerte al encontrar en la exportación una salida para sus productos.
Ante la situación descrita se genera un importante movimiento ecologista europeo contrario a la incorporación de biocombustibles en mezcla, movimiento que no es mitigado por las grandes compañías petroleras, pues incorporar mayores porcentajes de biocombustible incrementa el precio al usuario final al tiempo que resta ventas de su producto fósil de refinería.
En España la administración, influida por un lado por el movimiento ecologista y por otro por el lobby petrolero, mantiene una injusta fiscalidad muy superior a la de la gasolina para el bioetanol (el biocombustible que se podría producir con materias primas de nuestro campo).
En la gráfica 1 se muestra una comparativa de la fiscalidad que aplica España en los diferentes tipos de mezclas con gasolina, paradójicamente cuanto más renovable es la gasolina más alta es la fiscalidad (E5 gasolina con un 5% de bioetanol, E85 con un 85%de bioetanol). En Francia la situación es al contrario como razonablemente cabe pensar, grafica 2.
Por otra parte, las presiones del sector del petróleo ocasionan que en determinado momento el gobierno español elimine los objetivos separados de mezcla de bioetanol y biodiesel, esto provoca que el sector se decante ya totalmente hacia el biodiesel importado de países con problemas de deforestación (más barato y con mayor apoyo fiscal en España), dando cada vez más argumentos a los grupos ecologistas y condenando al sector productor nacional.
El nuevo modelo de biorrefino
El biorrefino, normalmente nos refiere a una industria enclavada en las zonas rurales, que procesa materias primas del entorno (madera, podas, paja, cereales, remolacha, cultivos energéticos…) y puede proveer de todos los productos de una refinería fósil tradicional además de alimentos. Esa sustitución la hace de forma sostenible y sin utilizar fuentes fósiles, generando empleo rural directo e indirecto y utilizando, como antaño, los recursos naturales y sostenibles de nuestra biosfera pero escalando los procesos a un ámbito industrial.
Hace unos años en Europa, con Francia a la cabeza tras la conflictividad social por los precios de los carburantes conocida como revuelta de los chalecos amarillos, se decide apoyar un nuevo tipo de biorrefino. Un biorrefino que pone al agricultor y al transportista en el centro y que es compatible con la producción alimentaria. La primera medida es eliminar el impuesto especial sobre el bioetanol, lo que ocasiona que los operadores de distribución de carburante independientes (intermache, carreforur…) instalen surtidores de E85 (más de un tercio de estaciones de servicio francesas ya los tienen actualmente). Con infraestructura de carga y a mitad de precio frente a la gasolina en surtidor por esa fiscalidad la demanda en Francia empieza a aumentar y con ello el interés por implantar nuevo biorrefino.
Este nuevo biorrefino europeo nada tiene que ver con las obsoletas plantas de biocombustible de aceites (biodiesel) y dan lugar a una nueva realidad que resumimos a continuación:
- El biorrefino europeo de cereal produce más alimentos de biocarburante. Mediante el biorrefino se concentra la proteína de los cereales cultivados en Europa para hacerlos competitivos frente a la soja importada. La soja tiene una concentración proteica más alta y está desplazando la utilización de nuestros cereales en la fabricación de piensos. En esa concentración de la proteína del cereal se separa el almidón, que aportaría un exceso de grasa a la carne animal, el almidón se convierte en bioetanol proporcionando una rentabilidad adicional al cultivo del cereal en Europa.
- La industria del biorrefino ayuda al campo y a la producción agroganadera, al aumentar la demanda incentiva el aumento de la productividad a través de la innovación y nuevas técnicas de cultivo.
- El biorrefino europeo evita el cambio de uso de la tierra en terceros países. Una estrategia adecuada para evitar el cambio de uso de la tierra en terceros países por expansión de otros cultivos es mantener la demanda de nuestra producción agraria tradicional: dar valor a nuestros cereales para evitar la expansión de los cultivos de soja fuera de la UE o priorizar el uso bioetanol del biorrefino europeo frente a los aceites de palma o aceites usados de Asia (son realmente usados cuando Europa paga por estos precios más altos que por un aceite sin utilizar).
- El biocombustible de biorrefino europeo evita más emisiones de GEI que los vehículos eléctricos. De una forma auditada y evaluada por los gobiernos, el biocombustible del nuevo biorrefino ha conseguido abatir más del 78% del CO2 frente a las gasolinas (ver fig). El crecimiento es imparable desde hace años, y el futuro parece no tener límite con las técnicas de captura del CO2 de fermentación y reformado para su utilización en e-fuels. ¿será el biorrefino en un futuro una tecnología de captura del CO2 atmosférico a través de las plantas?
Biorrefino y desarrollo rural en España
En el caso del campo español tenemos un triple problema:
- Éxodo rural
- Cambio de uso de la tierra agraria (residencial, industrial, forestal, energético… )
- Competencia difícil en los mercados internacionales con productos no transformados.
Es necesario crear empleo y condiciones justas de vida en el entorno rural. Los bajos salarios en el ámbito rural provienen de la dificultad para el agricultor para competir con los bajos precios de los productos de otros países, por otro lado, el aumento de la productividad y el techo de demanda alimentaria provoca el abandono de los suelos con rentabilidades marginales más bajas (el campo europeo frente al resto de continentes). Es necesario aumentar la demanda de los productos del campo y para eso hay que buscar mercados más allá del alimentario. Por otra parte, con la excepción de las exitosas experiencias con el vino y el aceite, en el campo español no se está implantado nueva industria que valorice los productos agrarios y cree empleo rural. El campo español a través del biorrefino tiene una nueva oportunidad para competir con productos elaborados y diferenciados con mayor valor añadido, de forma análoga a como se hizo en el pasado con el vino y con el aceite.
Nuestra sociedad debe pasar de un modelo en donde las compañías energéticas influyen en los medios y marcan el rumbo de la administración, a un modelo que ponga en el centro del debate nuestra producción agraria y el sector primario, donde las cooperativas agro-ganaderas adquieran el peso político y el tamaño adecuado, a través de procesos de concentración y capitalización, para participar de forma activa en la transición energética. Solo así se conseguirá producir de forma sostenible, alineándonos con la independencia emergencia y alimentaria tan necesarias en España.
Dando mayor peso al sector primario, al sector productor y a la bioeconomía conseguiremos tener una sociedad resiliente ante futura crisis energéticas, sanitarias y/o alimentarias.
Las biorrefinerías de bioetanol en España podrían:
REDUCIR LAS EMISIONES DE CO₂ EN EL TRANSPORTE
El bioetanol es una alternativa de combustible sostenible que reduce las emisiones de GEI de los automóviles híbridos y de gasolina, además es la alternativa más disponible y asequible a los combustibles fósiles. Actualmente la tecnología que esta dominando las ventas es la hibrida con motor de combustión de gasolina, según la consultora Francesa IFP Energies nouvelles (IFPEN) la combinación de electricidad y combustible E85 es la óptima para descarbonizar el parque de automóviles (ver figura). Dado que los coches de combustión interna seguirán siendo mayoritarios en las carreteras de la UE en 2030-2040, el bioetanol puede ayudar a la UE a cumplir sus objetivos climáticos de una manera socialmente inclusiva.
APOYAR A LOS AGRICULTORES Y GANADEROS EUROPEOS E IMPULSAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Las biorrefinerías de la UE convierten cultivos multiuso y residuos agrícolas de los agricultores europeos en combustible renovable, piensos y alimentos para animales de alta calidad y otros subproductos valiosos. Dado que la UE depende actualmente de las importaciones de alimentos para animales con alto contenido en proteínas, se beneficiaría de una mayor producción de alimentos nacionales a partir de estas biorrefinerías de bioetanol. Esto garantiza mercados sólidos para los agricultores europeos e impulsa la independencia energética y la seguridad alimentaria de la UE.
AYUDAR A LA INDEPENDENCIA ENERGETICA
El transporte de la UE sigue dependiendo en más del 92% del petróleo fósil. El bioetanol, es la forma más inmediata, rentable y socialmente inclusiva de reducir esta dependencia.
CONTRIBUIR A LA IGUALDAD ENTRE REGIONES Y CIUDADANOS
Cambiar el combustible por un combustible renovable, no implica el coste para el usuario y el país de un achatarramiento prematuro, ya que puede usarse en vehículo e infraestructuras existentes. Los estados podrían dedicar esos recursos a otros ámbitos sociales o otras líneas de descarbonización.
COMPLEMENTAR A LAS INDUSTRIAS EUROPEAS ESTRATÉGICAMENTE VITALES
Además de combustibles renovables, que ayudan a mantener los puestos de trabajo de nuestra industria del automóvil, alimentos y piensos para animales que facilitan la competitividad de nuestra pujante ganadería, las biorrefinerías de bioetanol también producen alcohol para aplicaciones industriales, médicas y alimentarias, así como CO₂ biogénico para bebidas, invernaderos y para la futura producción de e-fuels.
Con el biorrefino se trasladan las rentas de la importación de combustibles fósiles al campo, la cooperativa agraria no compite vendiendo el cultivo en bruto sino transformado en productos de mayor valor, el ganadero tiene acceso a una proteína autóctona y reduce su dependencia de la soja importada (independencia alimentaria de nuestro país ) por otra parte el transporte a través del bioetanol tiene una opción económica para la descarbonización, que no requiere de nuevos vehículos e infraestructuras de suministro, al tiempo que se reduce la dependencia energética del país. En resumen, beneficios en tres ámbitos: Desarrollo rural, independencia energética y alimentaria y descarbonización .
La demanda de energía en el transporte
No se puede entender un avión o un barco sin combustible líquido renovable, ni un coche eléctrico sin plásticos que lo aligeren, tampoco se puede concebir un campo sin personas, una industria ganadera de futuro sin proteína autóctona competitiva y no se puede entender un país sin combustibles y alimentos autóctonos.
La apuesta única por la electrificación está retrasando la consecución de objetivos de reducción de emisiones fijados en el borrador PNIEC para el año 2030, siendo clave combinar la electrificación del transporte con los combustibles renovables.
El borrador de actualización del PNIEC 2023-2030 plantea en su escenario objetivo, un fuerte aumento del número de vehículos eléctricos (hasta los 5,5 millones), así como un estancamiento de la aportación de los combustibles renovables (12%). Sin embargo, un escenario alternativo, con una previsión más realista de electrificación del parque (3,6 millones) y mayor cuota de combustibles renovables (20%) permitiría ahorros de emisiones de GEI en el transporte en 2030 superiores a los que se conseguirían en el escenario PNIEC
El ahorro de emisiones de GEI en este escenario alternativo no sólo sería mayor, sino que además tendría menor coste para las arcas públicas. El coste de la reducción de emisiones de los vehículos eléctricos, teniendo en cuenta las ayudas a su adquisición y las deducciones aplicables al IRPF, oscila entre 500 y 1.500 €/tCO2, mientras que el coste con combustibles renovables, incluyendo un tratamiento fiscal favorable en el IEH o ayudas para renovar vehículos, podría oscilar entre 150 €/tCO2 y 400 €/tCO2.
Adicionalmente, se estima que, para alcanzar el objetivo de 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030, se necesitaría una inversión de alrededor de 62.500 millones de euros y se emitirían un total de 59 millones de toneladas CO2eq donde se incluye el desarrollo de capacidad renovable para cubrir el aumento de demanda eléctrica y la infraestructura de recarga eléctrica, pública y privada frente al aprovechamiento de la infraestructura existente para los combustibles renovables.
Con ese apoyo a los combustibles renovables estaríamos preparando también el futuro sostenible de los sectores del transporte con alta intensidad energética y difícilmente electrificables (por ejemplo, el sector aéreo y marítimo)
Ejemplo, las ayudas de hasta 7.000€ por la comprar de un Tesla si se aplican a la transformación de un Seat Ibiza de gasolina para poder consumir E85 (gasolina con 85% de bioetanol renovable) llegarían para pagar el coste de transformación (800€) y el 100% del combustible de una renta desfavorecida durante 5 años sin necesidad de achatarrar su vehículo, que no olvidemos también tiene un importante coste de reposición.
Ejemplos a seguir
Los ejemplos a seguir son numerosos antes había que hablar de Brasil y EEUU, pero ahora ya son 20 los países europeos ya están fomentado la gasolina E10, que duplica el contenido de bioetanol frente a la que tenemos en España (E5).
Francia va más lejos, actualmente, un 39% de las estaciones de servicio venden gasolina verde (E85, 85% bioetanol) a mitad de precio que la gasolina fósil. Los usuarios ven interés en transformar sus vehículos para poder usar este combustible y a la vista del éxito en la trasformación las marcas más agiles ya disponen de oferta de vehículos preparados para usar este combustible renovable de serie. ¿El siguiente paso serán los furgones y camiones?
Este escenario de demanda a su vez atrae la inversión a la industria agraria de transformación (biorrefino) creando empleo rural con las rentas que antes se trasladaban fuera por la importación de soja, petróleo o biodiesel.
La primera economía del mundo, EEUU, la cuna del automóvil, a la que le sobran fuentes fósiles, ha decidido apoyar el biorrefino, lo que le ha llevado a ser el primer productor, consumidor y exportador de cereales (sin ayudas tipo PAC a sus agricultores) y también el primer productor, consumidor y exportador de bioetanol. El aumento de la demanda en EEUU ha generado aumentos de productividad y producciones excedentarias a la alimentaria que hacen a este transporte a mayor ritmo que Europa sin perseguir ni prohibir tecnologías, implementado reglas sensatas compatibles con su tejido productivo y con la industrialización rural.
En los próximos 10 años veremos la evolución, y sin ninguna duda en Francia y en EEUU en breve se conducirán camiones o furgones con más porcentaje de biocombustible, sostenibilidad y economía mandan.
Volumen de producción de bioetanol de la industria europea de biorrefino. Fuente EPURE
Conclusión: El biorrefino puede proporcionar alimentos y combustible renovable para una España menos dependiente
Los últimos años de la política climática y energética en España han demostrado más que nunca que se necesita una nueva forma de pensar sobre los biocombustibles y su contribución a la descarbonización del transporte.
Nuestro país tuvo un importante problema con la producción de mascarillas y material médico durante la crisis sanitaria del Covid, sin embargo, nuestras biorrefinerías de bioetanol, con la ágil ayuda de la administración, derivaron el alcohol de automoción a usos sanitarios y el ciudadano no aprecio una carestía de este producto, salvo en los primeros días de la crisis. Un reflejo de la necesidad de nuestro país de limitar la dependencia agraria e industrial de terceros países.
Confiemos en nuestra inteligencia, madurez y sensatez como país y sociedad, no limitemos la demanda ni prohibamos tecnologías, establezcamos únicamente reglas de juego sostenibles. Ante una crisis de demanda, ante la escasez, el ser humano con tecnología e ingenio ha sabido históricamente producir para crear la oferta para satisfacer sus necesidades. El potencial de nuestra biosfera, de nuestros campos y de nuestros mares, con capital, trabajo e innovación podrá sustituir al petróleo y lo puede hacer de una forma sostenible.
José Ramón Freire López
Director General Asociación Española del Bioetanol