El mejor submarino de combate de la historia de España propulsado por bioetanol

El mejor submarino de combate de la historia de España propulsado por bioetanol

El nuevo submarino de la Armada española, Isaac Peral (S-81), fue bautizado el pasado 22 de abril en Cartagena, España. La ceremonia fue presidida hoy por los reyes de España, que han sido acompañados por la Princesa Leonor (madrina del submarino) y la Infanta Sofía, el presidente de la región murciana, Fernando López Miras, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Es uno de los submarinos no nucleares más grandes del mundo, un esfuerzo tecnológico encomiable de la empresa pública Navantia y gran paso adelante para la industria y la Armada Española

El diseño S-80 Plus se caracterizará por el uso de un sistema de energía independiente del aire  (AIP) de celda de combustible de bioetanol que ofrece interesantes ventajas sobre otros sistemas anaeróbicos. Se elimina la necesidad de almacenar hidrógeno, ya que lo que se almacena es bioetanol del que mediante un proceso de reformado se obtiene hidrógeno según las necesidades de la pila de combustible, que finalmente proporcionan la energía para los motores eléctricos. El AIP permite al buque permanecer hasta tres semanas bajo el agua. El bioetanol es un combustible de económica y fácil producción a partir de residuos o cultivos y se perfila como el biocombustible autóctono de la UE que no compite con la alimentación.  

Sistema de propulsión por pila de combustible a partir de bioetanol

El S-81 lleva por nombre Isaac Peral en honor del científico y militar español que en 1888 inventó el primer submarino, Nuevamente este nombre se asocia a un hito en la historia tecnológica de España situando a nuestro país en el mapa internacional de esta industria,

A pesar del trabajo pionero de Peral, la flota de submarinos españoles de la posguerra se ha construido en parte a partir de tipos adquiridos. La producción local de diseños franceses comenzó en Cartagena a fines de la década de 1960 con la clase Daphné. En la década de 1990, Navantia y DCNS (Now Naval Group, Francia) iniciaron el desarrollo conjunto del submarino Clase Scorpène. Este estaba dirigido al mercado de exportación y ha tenido éxito con navegar a Chile, Malasia, India y Brasil.

Sin embargo, el diseño era demasiado pequeño para los requisitos españoles y se lanzó el programa de submarinos S-80. En este punto, Navantia y Naval Group se separaron y el S-80 se trata de un diseño íntegramente español.

Para comprender mejor lo difícil que es diseñar y poner en servicio un submarino es frecuente comparar su construcción con el desarrollo de una nave espacial. En ambos casos hay que actuar ante un medio totalmente hostil que ataca constantemente a un hermetismo, que en ninguna circunstancia puede romperse para preservar la vida en su interior.

El esfuerzo en la fase de diseño y en la producción queda reflejado en las horas de trabajo que suma el programa desde su inicio. El proyecto lleva ya casi 20 millones de horas de trabajo en producción y 6,6 millones de horas de ingeniería. Estas cifras se traducen en cerca de 2.000 empleos directos y de industria auxiliar en la Región de Murcia y hasta 7.000 en periodos de alta carga, incluyendo indirectos e inducidos, lo que supone el 10 % del empleo industrial de la Región de Murcia

Un esfuerzo innovador que coloca a Navantia entre las pocas empresas con capacidades para diseñar este tipo de buques y a España como uno de los 9 países capaces de diseñar y construir submarinos de combate.