El bioetanol una solución para la seguridad alimentaria y la independencia de los combustibles fósiles

El bioetanol una solución para la seguridad alimentaria y la independencia de los combustibles fósiles

Los datos de la Comisión Europea muestran la capacidad del sector agrícola de la UE para absorber los impactos del mercado. Una mayor demanda de productos agrarios es lo que Europa necesita para evitar el despoblamiento rural y el abandono del campo. El biorefino actúa aumentando la demanda de cultivos y residuos, debemos lograr que el biorrefino se  implante en Europa, garantizando los niveles de precio adecuados para nuestros agricultores y estabilidad regulatoria para los inversores en nuevas biorrefinerías.

Limitar la demanda de cultivos en Europa y fomentar los biocarburantes importados (palma, UCO…) la experiencia ha demostrado que no hace más que disminuir el atractivo para la producción agraria europea. Algo que en momentos de crisis es doblemente peligroso, carecemos de recursos agrarios y somos dependientes energéticamente.

Las nuevas cifras de la Comisión Europea confirman la capacidad del sector agrícola de la UE para satisfacer las necesidades de suministro de alimentos y disipar las preocupaciones de que la demanda de biocombustibles renovables ejercerá presión sobre el mercado.

En sus Perspectivas a corto plazo para los mercados agrícolas de la UE en 2022, la Comisión confirma una vez más que la UE no tiene escasez de suministro de alimentos, sino que es en gran medida autosuficiente «con un superávit comercial agroalimentario» que permite que el mercado único absorber los impactos relacionados con la invasión rusa de Ucrania.

Según la Comisión, las preocupaciones sobre la asequibilidad de los alimentos se deben al precio más alto del gas natural y el petróleo, que están siendo impulsores de la inflación en la zona del euro en el 2022. La Comisión Europea prevé que la capacidad de la UE para aumentar los cultivos herbáceos de la UE alcance los 297,7 millones de toneladas en 2022/23, un aumento del 1,5 % con respecto al año anterior.

La UE cuenta con el sector de las biorrefinerías para continuar el suministro de alimentos para animales ricos en proteínas en sinergia con otros coproductos importantes en la cadena de valor de los alimentos: azúcar, almidón, gluten, aceite vegetal, CO2…. al mismo tiempo que el sector ayuda a avanzar hacia la neutralidad en carbono.

Específicamente, la producción de bioetanol en la UE contribuye a:

  • Reducción de la dependencia de alimentos y piensos de la UE. Cada tonelada de bioetanol genera automáticamente 1 tonelada de alimento animal y, en 2019, los productores europeos de bioetanol suministraron en total más de 4,5 Mt.
  • Garantizar una producción sanitaria estratégica: el alcohol no solo se dedica al mercado de los combustibles, más del 20 % de la producción de la UE se utiliza en aplicaciones alimentarias e industriales. Debido a la flexibilidad de la biorrefinerías, durante la pandemia de COVID-19, los productores de bioetanol en España actuaron rápidamente para suministrar alcohol sanitario. España no sufrió escasez ni dependencia de las importaciones de estos productos gracias a nuestras plantas de bioetanol, que no existirían si no fuera por la política de energía renovable de determinados países de la UE como Francia.
  • Reducción de la dependencia energética de la UE: el uso de etanol renovable compensa el consumo de gasolina fósil importada. Hoy en día, la mayoría de los automóviles de gasolina de la UE pueden funcionar con E10 (que contiene un máximo de 10 % de mezcla de etanol renovable en la gasolina) y en algunos países de la UE, los ciudadanos aprovechan E85 (que contiene hasta un 85 % de bioetanol). Además, el bioetanol renovable es un oxigenante esencial para la calidad de la gasolina que sustituye la importación de productos de origen fósil.

Las biorrefinerías de la UE desempeñan un papel estratégico importante a la hora de garantizar el suministro de alimentos y piensos ricos en proteínas, reduce la dependencia energética, las emisiones de GEI y contribuye a la demanda de materias primas agrícolas para que el sector primario europeo mantenga su nivel de actividad.